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La Vacuoterapia, Vacuumterapia o también conocida como terapia de presión negativa, no es una técnica nueva, sino que se la utiliza desde 1986. La misma se basa en la aplicación de fuerza de succión sobre la piel para favorecer la circulación tanto venosa como linfática, de esta manera es como se dinamizan los fluidos titulares residuales.

Es una terapia no invasiva que mediante presiones controladas da un masaje que trata los tejidos conjuntivos cutáneos y subcutáneos, mejorando notablemente la circulación tisular y contrarrestando los variados desórdenes que puede tener el tejido conectivo.

La vacuumterapia ayuda a eliminar toxinas, estimula la vascularización, acelera el proceso de intercambio celular y pone en movimiento el gel conjuntivo para que regrese a su estado natural; a su vez favorece el sistema linfático y venoso, modela el cuerpo y reduce el contorno porque fomenta la lipólisis del tejido subcutáneo.

Esta técnica, junto con el agregado de sustancias cosméticas, hace un vacío mediante una especie de copas que al estar en contacto con la piel masajean el tejido conjuntivo. En algunos aparatos de vacuumterapia los cabezales tienen un rodillo que enrolla y desenrolla el tejido cutáneo, subcutáneo, aponeurótico y muscular, lo que es idóneo para tratar los casos de celulitis.

La vacuumterapia está recomendada para: